No estaba muerto, estaba de parranda.
Pues eso, de parranda... entiendase por parranda, trabajando mucho, y criando niños, y se acertará. De vez en cuando me da la venate (me encanta esta expresión) de volver a escribir en el blog esta pequeña y limitada ventana al mundo me dió muchas satisfacciones durante un tiempo, pero poco a poco, y sin planearlo, se fue desinflando, hasta quedar en nada... y eso no me gustó, y sigue sin hacerlo. Hoy es para nosotros una ocasion especial, este blog comenzaba (casi) con la entrada al colegio de mis tres pequeños trillizos de 3 años, entraron al mismo colegio que su hermano, y que su hermana mayor antes que él. Hoy, tras 17 años llendo cada día al colegio a llevar niños (primero uno, luego dos, un año cinco, luego otra vez cuatro, y despues y hasta la fecha, tres) hoy, tras infinidad de mañanas de "no quiero ir al cole", cantidad de "acuerdate de coger el desayuno", y multitud de "se me han olvidado los deberes", hoy hemos salido de ese patio tras la grad